Esofagitis Eosinofilica. Epidemiología y patogenia

Autores: 
  • Espín Jaime B.: Sección de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica. UCG Pediatría. Hospital Universitario Infantil Virgen del Rocío.
  • Rodríguez Martínez A.: Sección de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica. UCG Pediatría. Hospital Universitario Infantil Virgen del Rocío.
  • Salazar Quero J.C.: Sección de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica. UCG Pediatría. Hospital Universitario Infantil Virgen del Rocío.
  • Rubio Murillo M.: Sección de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica. UCG Pediatría. Hospital Universitario Infantil Virgen del Rocío.
  • Pizarro Martín A.: Sección de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica. UCG Pediatría. Hospital Universitario Infantil Virgen del Rocío.
Tipo de artículo: 
Revisiones
Resumen: 

La esofagitis eosinofílica es una enfermedad de reciente descubrimiento y carácter emergente, íntimamente relacionada con las enfermedades atópicas. Se caracteriza por la infiltración de eosinófilos en la mucosa esofágica como consecuencia de una reacción antígeno-específica. En este artículo se revisan los datos epidemiológicos y la patogenia de dicho proceso.

Eosinophilic esophagitis is a recently recognized expanding disorder, closely associated with atopic disorders and characterized by antigen-driven eosinophil accumulation in the esophagus. We review the epidemiological data and disease pathogenesis.

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Volumen XXI Nº 1  Mayo 2014

Revisiones y 

Actualizaciones

Mesa redonda de gastroenterología pediátrica 

CII Reunión Científica de la SPAOYEX, Cáceres - Nov 2013

Esofagitis Eosinofilica.

Epidemiología y patogenia

Espín Jaime B., Rodríguez Martínez A., Salazar Quero J.C., 
Rubio Murillo M., Pizarro Martín A.
Sección de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica. 
UCG Pediatría. Hospital Universitario Infantil Virgen del Rocío. 

Dir. Corresp.: beatriz.espin.sspa@juntadeandalucia.es

 Resumen:  La esofagitis eosinofílica es una enfermedad de reciente descubrimiento y carácter emergente, 

íntimamente relacionada con las enfermedades atópicas. Se caracteriza por la infiltración de eo-
sinófilos en la mucosa esofágica como consecuencia de una reacción antígeno-específica. En 
este artículo se revisan los datos epidemiológicos y la patogenia de dicho proceso.

 Palabras clave:  Esofagitis eosinofílica, epidemiología, patogenia

 Abstract:  Eosinophilic esophagitis is a recently recognized expanding disorder, closely associated with 

atopic disorders and characterized by antigen-driven eosinophil accumulation in the esophagus. 
We review the epidemiological data and disease pathogenesis

 

Key words:  Eosinophilic esophagitis, epidemiology, Pathogenesis 

Aceptado: 21-09-2013

Vox Paediatrica 2014; XXI(1):29-32

Introducción 

La esofagitis eosinofílica (EEo) es una entidad clí-

nico patológica de reciente descubrimiento, de carác-
ter crónico y con una base inmunológica íntimamente 
relacionada con las enfermedades alérgicas. 

Fue Attwood en 1993 el que la describe por pri-

mera vez como un síndrome clínico-patológico inde-
pendiente de la gastroenteritis eosinofílica y de la enfer-
medad por reflujo gastroesofágico (RGE)

(1)

. Desde en-

tonces han ido surgiendo numerosas publicaciones en 
relación a pacientes afectos de la misma que han posi-
bilitado un mayor conocimiento tanto de su patogenia 
como de su historia natural, considerándose en la ac-
tualidad la forma más frecuente de presentación de los 
llamados trastornos eosinofílicos primarios.

Epidemiología

La EEo es una enfermedad emergente, de tal forma 

que si bien hace 10-15 años era una patología poco 

común dentro de las que se manejaban en una con-
sulta de Gastroenterología Pediátrica, en la actualidad 
es uno de los principales diagnósticos que uno debe 
tener en cuenta ante niños con clínica de disfagia y/o 
reflujo gastroesofágico. 

A lo largo de los últimos 20 años han ido apare-

ciendo publicaciones con datos epidemiológicos de la 
EEo que Soon y colaboradores han tratado de reunir y 
analizar en un reciente meta-análisis

(2)

. A pesar de los 

sesgos que ofrece el que la inmensa mayoría son es-
tudios retrospectivos, de muy diversas regiones, con 
criterios y pautas de actuación diferentes según los dis-
tintos grupos, ofrece una primera aproximación sobre 
la incidencia y prevalencia de la EEo en niños. Incluye 
un total de 25 estudios, y efectúa una reflexión y aná-
lisis en base a periodos de tiempo, variables geográfi-
cas y relación con otras enfermedades de base inmu-
nológica.

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Si bien se refieren casos de todos los continentes 

excepto el africano, las tasas de incidencia descritas en 
la actualidad son muy variables dependiendo del país. 
Oscilan desde 1,6 en Dinamarca

(3)

 a 10 por 100,000 ni-

ños por año en Estados Unidos

(4)

. Del mismo modo, la 

prevalencia varía según la región oscilando entre 0,2 en 
Reino Unido

(5)

, 8,9 en Australia

(6)

 y 43-52 por 100,000 

niños en EEUU

(4,7)

. No hay datos sobre la incidencia y 

prevalencia en España.

Varios autores analizan la evolución en el tiempo

(4,6,8,9)

refiriendo todos ellos que durante las últimas décadas, 
tanto la incidencia como la prevalencia han aumentado 
significativamente con un porcentaje de incremento 
anual en torno a 12-17% y 56% respectivamente. 

La EEo puede aparecer en cualquier raza, sexo o 

edad, pero parece existir un claro predominio en los 
varones (3:1), con una edad media al diagnostico que 
oscila entre los 5,4 y 9,6 años, con más del 65% de los 
casos desarrollados en la edad pediátrica.

(2,10)

El 50-60% de los pacientes tienen una historia previa 

de atopia. La presencia de rinitis alérgica, sensibiliza-
ción a neumoalergenos o ambas oscila en torno a 24-
78% en adultos y 42-93% en niños, siendo frecuente la 
polisensibilización

(10,11)

. Aproximadamente dos tercios 

de los niños con EEo tienen pruebas cutáneas posi-
tivas a alérgenos alimentarios y/o respiratorios, desta-
cando como alimentos implicados con más frecuen-
cia la leche de vaca, el huevo, la soja y los frutos se-
cos. Entre los neumoalergenos destacan los ácaros del 
polvo, el epitelio de perro y gato, el césped y el polen

(12)

Se ha especulado con una posible relación entre el 

clima y la epidemiología ante los datos referidos por al-
gunos autores en los que se aprecia una mayor preva-
lencia en zonas de clima frío en EEUU respecto a otras 
de clima más cálido

(13)

. Además parece que el diag-

nóstico de EEo puede presentar también variaciones 
estacionales con picos de incidencia en el adulto en 
primavera y verano

(14)

No debemos olvidar que los datos epidemiológi-

cos actuales pueden tener diferentes sesgos entre los 
que destaca la variación en los criterios diagnósticos 
y un mejor reconocimiento de la entidad como mues-
tra, por ejemplo, el estudio de  DeBrosse

(8)

 en el que 

reexamina las biopsias realizadas desde 1992 a 1999 
y pone de manifiesto que el 29% de los pacientes po-
dían ser diagnosticados de forma retrospectiva de EEo. 
Además llama la atención sobre el notable aumento en 
el número de biopsias realizadas en dicho periodo de 
tiempo  (hasta 40 veces más), si bien es cierto que el 
porcentaje de las mismas catalogadas como de EEo 
permanecía estable. 

De la posible relación con otras enfermedades de 

base inmune, la más estudiada ha sido la enfermedad 
celíaca, estimándose la prevalencia global de EEo en 
pacientes celíacos en torno a 2,3%

(15-19)

. Otras posibles 

asociaciones se han referido con pacientes que han 

sufrido un trasplante hepático, posiblemente derivado 
del uso de tacrólimus con una prevalencia en ellos de 
EEo entre 2,4% y 3%

(20,21)

 y con la colitis ulcerosa en la 

que se ha publicado una prevalencia de EEo del 8%.

(22) 

Etiopatogenia. 

De forma similar al eccema y al asma, la EEo es un 

trastorno inmunológico, mediado predominantemente 
por linfocitos T helper 2 (Th-2) como lo demuestra el 
aumento de IL4, IL5, e Il 13, mastocitos y basófilos.  Si 
bien, inicialmente se dio el papel principal y se foca-
lizaron los estudios en el eosinófilo, hoy en día existe 
cada vez más interés en el estudio de las células T que 
inicialmente pasan por ser las responsables del reclu-
tamiento e infiltración de eosinófilos en la mucosa eso-
fágica

(23)

1º.Papel de los linfocitos T en la esofagitis eosinofílica

Los modelos experimentales murinos de EEo la han 

definido como el resultado de una reacción inmune de 
tipo celular frente a estímulos antigénicos en la que 
desempeña un papel principal el linfocito Th2. Su esti-
mulación y posterior sensibilización se puede producir 
por vía digestiva, con diferenciación de linfocitos T es-
pecíficos del sistema inmune asociado al tubo diges-
tivo (MALT) como respuesta a  antígenos alimentarios 
pero también por vía respiratoria y cutánea como pone 
de manifiesto el modelo experimental murino de Mishra 
mediante el que se consigue desarrollar una EEo en ra-
tones tras la exposición antigénica tanto en vías aéreas 
superiores como epicutánea

(23,24)

.

De hecho, la sensibilización intranasal se considera 

hoy en día mucho más potente que la intragastrica en 
inducir eosinofilia esofágica, lo cual se relaciona con la 
alta tasa de sensibilización a neumoalergenos presente 
en estos pacientes.

Los linfocitos sensibilizados por cualquiera de estas 

vías convergen en los folículos linfoides paraesofágicos 
desde donde mediante la liberación de citoquinas ini-
cian el reclutamiento y activación de eosinófilos, po-
niendo en marcha el correspondiente reclutamiento ce-
lular y la inflamación esofágica

(23,25)

.

Un aspecto interesante es que los linfocitos sensibi-

lizados expresan diferentes marcadores y patrones de 
distribución según sea su procedencia. Así, por ejem-
plo, aquellos que proceden del tubo digestivo expresan 
?4?7 integrina mientras que los que se originan desde 
el tejido linfoide nasal (NALT), tejido linfoide asociado a 
trompa de Eustaquio (TALT) y tejido linfoide bronquial 
(BALT) no, expresando en su lugar CLA-selectina y, 
de forma variable, la integrina 

?E?7

(23)

. Desde el punto 

de vista diagnóstico y terapéutico, esta circunstancia 
puede tener gran relevancia ya que plantearía la posibi-
lidad de centrar el tratamiento tópico en cada paciente 
en el lugar donde se produce la inducción y que actúa 
como motor del reclutamiento celular. Así aquellos ca-
sos en los que la sensibilización fuera vía respiratoria 
quizás el empleo de corticoides en la zona nasofarín-

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gea y adenoidea puede ser más efectivo que su aplica-
ción en el epitelio esofágico. 

Por último, recientemente se ha sugerido el papel 

que el sistema inmune innato puede tener dejando 
abierta la posibilidad de que potencialmente algunas 
respuestas puedan ser antígeno independiente

(23,25)

2º.Papel de los eosinófilos en la esofagitis eosinofílica

Independientemente de la vía de sensibilización y su 

lugar de inducción, el reclutamiento esofágico de los 
linfocitos Th2 estimulará el reclutamiento de eosinófilos 
de una forma antígeno-específica a través de la secre-
ción de citoquinas entre las que destacan la IL 5, la IL 
13 y las eotaxinas 

(1 y 3)

. Especialmente la primera es un 

determinante critico de la generación de eosinofilos en 
la médula ósea, regula el numero de eosinófilos perifé-
ricos y promociona la maduración local de los mismos. 
La IL 13, entre otras acciones, es la responsable de 
la cascada de los mediadores que llevan a la expre-
sión de la eotaxina 3, la cual es un potente quimioatra-
yente específico para eosinófilos a través del receptor 
de quimiocinas CCR3 que expresan en su membrana. 
Ratones deficientes en este receptor están protegidos 
frente al desarrollo de EEo experimental

(23,25)

3º. Interacción entre eosinófilo y tejido esofágico 

Aunque el diagnóstico de la EEo se basa en la den-

sidad de eosinofilos en la superficie mucosa, el reclu-
tamiento y la llegada de los mismos al esófago se pro-
duce a través de los vasos profundos a la submucosa, 
desde donde de forma variable migran a la superficie. 
Esta penetración de eosinófilos en el compartimento 
epitelial es típicamente parcheada, siendo posible en-
contrar áreas en las que los eosinófilos forman agrega-
dos densos en capas profundas mientras que hay po-
cos distribuidos en el epitelio

(23)

. La eotaxina localizada 

en la capa epitelial basal parece tener un papel regu-
lador en este proceso de migración siendo su interac-
ción con el CCR3 expresado en los eosinofilos la que 
estimula el paso de los mismos al epitelio. Este fenó-
meno se sabe que es phdependiente de tal forma que 
un medio ácido lo inhibe de forma potente

(26)

. El RGE 

puede por tanto disminuir el reclutamiento epitelial ce-
lular mientras que el alcalino o el tratamiento con antiá-
cidos puede favorecer la eosinofilia epitelial

Ante estos hallazgos, ¿cuál puede ser la implicación 

que el mayor uso de inhibidores de la bomba de pro-
tones tenga en el desarrollo de la EEo?
. Mientras que 
algunos autores sugieren que disminuyen la infiltración 
eosinofilica en el esófago distal mediante la supresión 
de la expresión de eotasina 3 en las células epitelia-
les, otros describen que la menor producción de ácido 
gástrico aumenta la alergenicidad de las proteínas ali-
mentarias y favorece la sensibilización vía digestiva de 
los linfocitos T.

En la EEo la acción citotóxica de los eosinófilos se re-

laciona directamente con los cambios histopatológicos 
observados en la mucosa esofágica y parecen contri-

buir a los trastornos motores. Los eosinófilos pueden 
actuar como células presentadoras de antígeno y tie-
nen capacidad para secretar citoquinas estimulantes 
de los linfocitos (IL 2,4,6,10, y 12) pero principalmente 
ejercen su función efectora mediante la liberación de 
las moléculas contenidas en sus gránulos, muchas de 
ellas de marcado carácter proinflamatorio, tales como 
la proteína mayor básica (PMB) peroxidasa eosinofilica, 
neurotoxina derivada del eosinófilo, proteína catiónica 
eosinofílica y mediadores lipídicos (factor activador de 
plaquetas, leucotrieno C4)
 que inducen la activación 
del endotelio vascular, contribuyen a la disfunción ce-
lular e inducen una hiperplasia de la capa basal y una 
remodelación subepitelial por depósitos de colágeno. 
Estos dos últimos datos histológicos, incluso en ausen-
cia de eosinofilia esofágica, se consideran marcadores 
diagnósticos indicativos de desgranulación eosinofilica 
en compartimentos subepiteliales

(27,11)

Junto con la infiltración de eosinófilos existe además 

un aumento en mastocitos en esófago. El producto de 
dichas células activadas puede actuar de forma sinér-
gica con los mediadores de eosinófilos influenciando la 
dismotiloidad, activaciones vía IgE y también pueden 
contribuir a la remodelación tisular

(23)

Si bien el engrosamiento de la mucosa contribuye cla-

ramente a la aparición precoz de la disfunción peristál-
tica esofágica, también es posible que exacerbaciones 
clínicas tales como disfagia aguda o impactación ali-
mentaria sean debidas a espasmos de musculatura lisa 
tras la liberación de mediadores procedentes tanto del 
eosinófilo como del mastocito. En analogía con el asma, 
se podría sugerir que agonistas 

?-adrenérgicos podrían 

tratar estas agudizaciones y la deglución tópica de sal-
butamol o el uso de aminofilinas podrían aliviarlo

(23)

.   

4º. Genética: 

Existe una clara asociación familiar en esta entidad. 

Por una parte cerca del 8-10% de los pacientes tie-
nen algún familiar también afecto de EEo e incluso se 
describen familias enteras con dicha entidad

(28)

.Hoy en 

día se sabe que existen factores genéticos que contri-
buyen a una mayor susceptibilidad para desarrollar la 
EEo entre los que destacan variantes genéticas en el 
gen de la eotaxina 3 (SNP 2496 T

?) y otras sustancias 

implicadas en el proceso de diferenciación del linfocito 
T (locus 5q22)

(25)

Por el momento, no se hace un uso clínico de las 

alteraciones genéticas pero en un futuro podría ser la 
llave para ayudar a diferenciar EEo de otras entidades 
como por ejemplo el RGE.

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