En el niño con asma es fundamental establecer el diagnóstico diferencial y la etiología, así como el estudio de la función pulmonar y la inflamación. En el tratamiento del asma con riesgo vital es fundamental la prevención de la crisis, con medidas de control ambiental y asegurando un correcto tratamiento. Es importante distinguir entre asma de riesgo vital y asma severo, no controlado. El asma de difícil control es el un asma severo que se controla con la adherencia a la medicación, la técnica inhalatoria correcta, evitando comorbilidades, alérgenos y factores asociados. El omalizumab es el anticuerpo monoclonal anti IgE, indicado en niños mayores de 6 años con asma grave persistente. No está indicado su uso en las crisis asmáticas.
Cerca del 80% de las muertes por crisis de asma grave se producen en el medio extrahospitalario. El mejor tratamiento del asma de riesgo vital es la prevención, reforzando las medidas de educción sanitaria que promueven la adherencia al tratamiento.