El maltrato infantil (MI) es un problema importante en la sociedad actual, con consecuencias nefastas en todas las etapas de la vida del niño, siendo los menores de 5 años los más vulnerables. Es importante que el pediatra no sólo reconozca y actúe ante el mismo, sino que la prevención debe ser un pilar importante desde la concepción, siendo imprescindible la formación tanto en actitud como en aptitud para evitar su infra diagnóstico.
Los centros de salud y educativos son lugares idóneos para aplicar medidas preventivas, existiendo cuatro niveles según la población diana a la que van dirigidas, los objetivos a conseguir y las medidas a aplicar. Dentro del maltrato prenatal y del recién nacido, hay que destacar el papel de la Consulta Prenatal en nuestros centros de salud. Por otra parte, es imprescindible realizar una búsqueda activa de los factores potenciadores y compensadores, ya que la disminución de los segundos es clave para el desarrollo de cualquier tipo de maltrato. En caso de sospecha debe ser siempre notificado a través de las hojas de notificación, acompañado o no de un parte de lesiones al Juzgado, y valoración de hospitalización del menor según sea el caso, quedando registrado en la historia clínica.
Una vez detectado el maltrato, desde la consulta de pediatría de atención primaria, se debe vigilar las de repercusiones del mismo en el menor, haciendo hincapié en la posible existencia del maltrato reiterado, típico en la edad infantil.