La enfermedad celiaca presenta una expresividad clínica muy variable, siendo habitualencontrar formas asintomáticas. Por ello, es recomendable realizar un cribadode dicha enfermedad en población de alto riesgo (familiar de primer grado y/o afectode enfermedades con asociación significativa con la enfermedad celiaca).
Se ha realizado de un estudio observacional, descriptivo y prospectivo controlado decasos pertenecientes a grupos de riesgo. Se les ha solicitado una serología de enfermedadceliaca desde atención primaria (anticuerpo antitransglutaminasa IgA e IgA total o bien la técnica corregida en casos de déficit de IgA). De la muestra inicial de125 pacientes, se ha excluido un 25% porque las pruebas analíticas realizadas no seajustaban a las indicaciones inicialmente propuestas. Eso sugiere la importancia dela adecuada y específica formación e información sobre los medios para la detección precoz de la enfermedad celiaca, tanto para los médicos como los profesionales dellaboratorio. De los 89 pacientes analizados, en 2 de ellos (2,1%) se han detectadoanticuerpos antitransglutaminasa positivo.
Actualmente, se debe recomendar una dieta sin gluten una vez confirmado el diagnóstico por un especialista gastroenterólogo, puesto que supone un impacto positivosobre el pronóstico a corto plazo y la prevención de otras enfermedades y complicaciones asociadas.
Los movimientos migratorios actuales suponen una situación mundial sin precedentes, este fenómeno se ha denominado “crisis migratoria” en la última década. A nivel mundial 1 de cada 100 personas es migrante, de ellos 1 de cada 8 es un niño. Debido a la heterogeneidad cada vez mayor de esta población el Protocolo de Atención a Niños Inmigrantes (PANI) recomienda pruebas básicas comunes a todos los niños y otras específicas según las características y/o procedencia de los niños. La empatía y habilidades en la comunicación, la atención a la esfera psico-emocional y el desarrollo de actividades preventivas son objetivos básicos del pediatra que atiende a esta vulnerable población.
Antecedentes: El Streptococcus agalactiae o estreptococo grupo B (EGB), es uno de los principales microorganismos productores de sepsis y meningitis neonatal. En 1996 el CDC (Centers for Disease Control and Prevention) recomendó el “screening” de S. agalactiae en muestras vagino-rectales de las embarazadas y la administración de profilaxis antibiótica intraparto (PAI) a todas las colonizadas.
Objetivos: Conocer la incidencia y las formas clínicas de la infección neonatal por EGB en tres periodos: Periodo “pre-screening” (1994-1995), Periodo “post-screening” (1999- 2000) y un tercer periodo (2009-2013) con digitalización de la historía clinica e instauración de un nuevo sistema informático en el laboratorio de Microbiología (SIL) (Periodo informático mejorado). También se analizó el impacto de la PAI y de las nuevas técnicas de información en la evolución y prevención de la infección.
Métodos: El sistema de hemocultivos utilizado fue el BACTEC 9240 con los frascos BACTEC PEDIATRIC/F (Becton Dickinson Laboratory). La identificación se realizó con el sistema Vitek2 (bioMerieux). El “screening” de EGB se realizó en muestras vagino-rectales tomadas a las embarazadas entre las 35-37 semanas y sembradas en caldo Todd-Hewitt y posteriormente en medio Granada.
Resultados: La incidencia de la infección neonatal total por EGB en el periodo “pre-screening” (1994-1995) fue 3,07 por 1000 recién nacidos (RN) vivos, mientras que el “post-screening” (1999-2000) la incidencia fue 1,58 por 1000 RN. Con la introducción de los nuevos sistemas de información y digitalización de la historia clínica (2009-2013) la incidencia disminuyó hasta 0,36 por 1000 RN.
Conclusiones: La incidencia de infección neonatal por EGB ha descendido drásticamente tras la implantación del nuevo sistema informático y por las medidas de profilaxis adoptadas.